Caracol en su necesidad

Los caracoles, al igual que otros moluscos gasterópodos, tienen una anatomía particular debido a un proceso llamado torsión. Durante su desarrollo, su cuerpo gira 180 grados en relación con su cabeza, lo que provoca que la cavidad del manto (donde están los órganos respiratorios y excretores) termine posicionada sobre su cabeza.


Esto significa que el ano, las branquias y los órganos excretores desembocan en esta zona, lo que puede parecer extraño desde un punto de vista humano. Sin embargo, esta disposición ayuda a los caracoles a protegerse, ya que pueden retraerse en su concha mientras siguen eliminando desechos y respirando.